LOS VINOS DE CRIANZA
¿Qué es un vino crianza?
Un vino “crianza” debe producirse en una Denominación de Origen o Pago y es aquel que pasa al menos 6 meses en barrica de roble y al menos un año en botella antes de salir al mercado.
Puede existir los vinos con crianza en barrica, que son vinos de la Tierra o IGP, o bien vinos de mesa que deben indicar el tiempo en barrica y que no pueden tener el nombre de Crianza en la botella. Aunque a nivel sensorial estos últimos vinos sean como un vino crianza, no pueden denominarse así legalmente.
Características vino crianza
Los vinos de crianza pueden ser blancos o tintos.
Blancos: dentro de los blancos se caracterizan por tener un color más dorado que verdoso, los aromas son especiados, con recuerdos de la madera y su boca es muy amplia y con peso debido a la barrica.
Tintos: en el caso de los vinos tintos nos encontramos con vinos de color cereza sin esos toques amoratados de los vinos jóvenes, en la nariz mantiene la fruta, pero lo acompañan aromas a coco, vainilla y especias de la barrica. En la boca, son vinos corpulentos, muy redondos, ya que tienen bastante tanino, pero pulido por la micro oxigenación que produce la crianza en barrica, además suelen ser muy agradables de beber por el tiempo que pasan en botella antes de salir al mercado.
Celeste Crianza
Tempranillo con la intensidad de una noche estrellada. Muy expresivo en forma de frutos negros de bosque. Aterciopelado y elegante, fino y suave, combina a la perfección con las notas tostadas de sus 12 meses de crianza en roble.
Cómo saber si un vino es crianza
En primer lugar, lo más fácil para ver si un vino es de crianza es mirar su etiqueta o contra etiqueta que indica si el vino es de crianza o tiene una crianza en barrica.
Los aromas, el color y sobre todo el paso por boca son los que más nos ayudan a saber si un vino tiene crianza. En el medio de la lengua se nota como un peso, eso es la media boca que producen las barricas.
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