EL ORIGEN DEL VINO ESPUMOSO
La mayoría creen que se originó en Francia, debido al Champán, un tipo de vino espumoso de origen francés en la región de Champaña.
El vino espumoso surgió en 1660 al embotellar el vino antes de terminar la fermentación, esto provocaba burbujas y estas hacían estallar las botellas. En 1670 el monje benedictino Dom Pierre Perignon mejoró el método de la fermentación en botella, seleccionando un tipo de uva concreta, sujetando el corcho con una chapa metálica y usando botellas de vidrio más grueso, evitando así que se rompiesen.
Esto es conocido como el “método champenoise” que se extendió por toda Europa. Pero en 1662, Christopher Merret, dejó por escrito que en el sur de Inglaterra, los creadores de vino añadían grandes cantidades de azúcar para hacerlos más espumosos. Pero en cambio, sus botellas no estallaban ya que eran más resistentes.
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